La artrosis del pulgar (rizoartrosis) es una patología frecuente que hace que actividades tan sencillas como abrochar un botón, escribir, usar unas tijeras o abrir un bote sean muy complicados de realizar. La persona tiene dificultad para realizar el movimiento de pinza (acercar el pulgar al resto de los dedos) y siente dolor, rigidez y pérdida progresiva de fuerza.
El tratamiento de la rizoartrosis se basa en el uso de ortesis y férulas que inmovilizan el pulgar en abducción y ayudan a descansar a la articulación. Son también eficaces los baños calientes de parafina y realizar diariamente ejercicios sencillos de estiramiento, flexión y extensión de los dedos que ayudan a fortalecer la musculatura y mejorar la movilidad y funcionalidad de las manos.